La estirpe de la serpiente – Manuel Plata Luque (Físico)

19,99

Según el filósofo alemán Karl Jaspers, entre los siglos VIII y II a.C., una misma línea de pensamiento apareció en tres lugares del mundo aparentemente desconectados entre sí: Occidente, India y China.
Por otra parte, un científico e historiador almeriense del siglo XI, Said Al-Andalusí, alguien que no estaba sometido a la inquisitorial ortodoxia científica actual, reconoció que “las pirámides que están en el alto Egipto” fueron construidas por Hermes, no como tumbas de faraones, sino para “representar en ellas los atributos de las ciencias, temiendo que desaparecieran sus trazas del mundo” por causa del diluvio.
¿Tendrán algo que ver estas dos afirmaciones con la misteriosa carta que Alejandro Magno le envió a su maestro Aristóteles en la que le confesaba que “preferiría sobresalir por el conocimiento de las cosas excelentes a sobresalir por mi poder”?

 

Sin existencias

Descripción

Según el filósofo alemán Karl Jaspers, entre los siglos VIII y II a.C., una misma línea de pensamiento apareció en tres lugares del mundo aparentemente desconectados entre sí: Occidente, India y China.
Por otra parte, un científico e historiador almeriense del siglo XI, Said Al-Andalusí, alguien que no estaba sometido a la inquisitorial ortodoxia científica actual, reconoció que “las pirámides que están en el alto Egipto” fueron construidas por Hermes, no como tumbas de faraones, sino para “representar en ellas los atributos de las ciencias, temiendo que desaparecieran sus trazas del mundo” por causa del diluvio.
¿Tendrán algo que ver estas dos afirmaciones con la misteriosa carta que Alejandro Magno le envió a su maestro Aristóteles en la que le confesaba que “preferiría sobresalir por el conocimiento de las cosas excelentes a sobresalir por mi poder”?

Cuando los ojos de Manuel Plata Luque se abrieron por primera vez allá por 1967 en el sevillano pueblo de La Roda de Andalucía, lo primero que contemplaron fue el Sol del mediodía que entraba por una ventana.
Dicen que los recién nacidos no ven; sería por eso que no los cerró a pesar de la fuerte Luz. Se crió entre olivos, pero un libro sobre veleros le presagió que su destino estaba cerca del mar, y allí se marchó a vivir, arrastrado por su profesión de guardia civil, de la que, pese a todo, está completamente enamorado.

 

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