Siete consejos para dar con el mejor título

La creación del título de nuestra novela, que parece que es lo más sencillo y que lleva menos trabajo, posiblemente es lo que nos cueste más escribir.

En realidad, elegir el título de nuestra novela puede llevarnos mucho tiempo, tanto como el planteamiento, el orden de las ideas y la elección definitiva para nuestro título. El error más común está en pensar que el título es necesario para poder desarrollar nuestra novela, como si se tratase de una guía para hacerlo.

Por eso, como sabemos que el momento de crear y/o escoger un título para la novela puede traer problemas, os damos unos cuantos consejos que hemos recopilado para facilitar esa tarea y convertirla en divertida, creativa e ingeniosa.

1.- Tener claro que el título no es lo primero que tenemos que crear. No hace falta que empecemos nuestra novela sabiendo el título desde el principio. De hecho, no es recomendable. Por eso, es importante que no nos agobiemos con ello y que vayamos anotando durante todo el tiempo que estemos escribiendo las ideas que nos vengan a la cabeza.

2.- Esperar al final para escoger el título definitivo. Cuando hayamos terminado nuestra novela llega el momento de comprobar las ideas que hemos ido anotando a lo largo de nuestro proceso creativo. Si creemos que deberíamos añadir más, hacemos una lluvia de ideas anotando todas las que se nos ocurran.

Aquí ya jugamos con ventaja, porque al haber escrito ya toda nuestra historia, nos será más fácil pensar qué título le viene mejor a la obra.

3.-Causar un debate al lector cuando vea el título. Tiene que provocarle curiosidad. La simplicidad normalmente funciona en cualquier aspecto, pero no es recomendable que el título se pase de simple, es más, un poquito de complejidad no viene mal. De esta forma, crearemos preguntas para el lector y despertaremos su interés por querer leer nuestra obra. No nos engañemos, las primeras impresiones sí que cuentan, y el título es lo primero que se «lee». Por ejemplo, los contrastes en la frase del título suelen funcionar muy bien porque llaman la atención rápidamente.

4.- Contar algo de nuestra historia en el título. Parece algo obvio, pero precisamente por eso, a veces, se olvida y se eligen títulos demasiado complejos o que no guardan mucha relación con la novela. Tampoco se trata de destapar nada que ocurra en el libro, sino hacer referencia a algún hecho, personaje o lugar que sea de gran importancia en nuestro libro. Utilizar el nombre del protagonista suele ser una solución que da buenos resultados, como por ejemplo, It (Steven King) o Lolita (Vladimir Nabokov). Las frases hechas o dichos populares también pueden servirnos.

5.- Innovar: los títulos de una sola palabra o los títulos largos también llaman la atención, precisamente porque se salen de lo normal o de lo que estamos acostumbrados a ver. Si tú me dices ven lo dejo todo, pero dime ven (Albert Espinosa) o Los hombres que no amaban a las mujeres (Stieg Larsson) son buenos ejemplos de ello.

6.- Hay que tener cuidado con cómo suena la frase. Tiene que ser fácil de pronunciar y fácil de leer a primera vista, sobre todo lo primero. No tenemos que ser muy retorcidos fonéticamente hablando, y si vemos que estamos creando una aliteración, deberíamos cambiar esas palabras por sinónimos.

7.- ¿Qué imagen se nos viene a la cabeza cuando pensamos en nuestro libro? Esta es una pregunta que suele funcionar a la hora de pensar ideas para nuestro título. A través de las imágenes que nos vengan a la mente podemos ir hilando palabras hasta dar con buenas ideas.

Esperamos que estos siete consejos os sean útiles para crear el título de la novela, algo que parece muy simple pero que forma parte del escaparate de nuestro libro. Y recordad que si publicáis con Donbuk y tenéis dudas porque sabéis con qué idea quedaros, os podemos ayudar y aconsejar para escoger el mejor.

 

siete consejos para dar con el mejor título